miércoles, 10 de noviembre de 2021

PIES CALZADOS CON EL EVANGELIO DE LA PAZ.

 

La tercera pieza de la armadura que el soldado romano se ponía era el calzado. Usaban sandalias de cuero con clavos (cáligas) para poder caminar seguros por caminos irregulares y sostenerse firmemente sobre sus pies ante un enemigo poderoso. Los zapatos de un soldado son muy importantes porque su vida misma puede depender de ellos.

“y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” (Efesios 6:15).

De igual manera, el calzado espiritual de un cristiano es igualmente importante en su guerra contra las asechanzas del diablo. Siempre debemos estar dispuestos a vestirnos con prontitud para tener la capacidad de mantenernos firmes, de manera victoriosa, frente a las acciones de Satanás; quien no lo haga está destinado a tropezar, caer y sufrir muchas derrotas.

Pablo nos dice que usemos las sandalias del evangelio de la paz. La paz interna que da el Evangelio es la que nos proporciona seguridad en medio de la batalla. Prepararnos con este calzado nos permite pisar seguros en el combate, sin lastimar los pies y hacer fuerza frente al enemigo en la lucha cuerpo a cuerpo.

El Evangelio anuncia la paz con Dios (Ro 5:1). El evangelio de la paz es la verdad maravillosa de que justificados por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Esta paz es la que experimentamos cuando vivimos una vida consecuente con el evangelio de Dios (Fil 1:27). Al calzar nuestros pies con este evangelio, nos mantenemos firmes en la confianza plena del amor de Dios por nosotros, su unión con nosotros y su compromiso para pelear por nosotros.

Las huestes de maldad intentarán inquietar al creyente con la paz que el mundo da, pero el cristiano no debe turbarse ni sentir miedo porque el Dios de paz lo sostiene (Jn 14:27). El creyente que se mantiene firme en el poder del Señor no tiene necesidad de temer a ningún enemigo, ni siquiera a Satanás mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario