sábado, 13 de noviembre de 2010

NO AL CONSUMISMO DESENFRENADO

Tengo la sensación personal que cada año las fiestas navideñas comienzan antes. Ya en el pasado mes de octubre pude apreciar que los centros comerciales que hay cerca de mi casa habían empezado a colocar la decoración propia de la navidad. Entras en ellos y te bombardean por megafonía con sensacionales promociones, anuncios extremadamente consumistas y ¡villancicos!. Parece increíble pero es cierto.
El mercado agresivo y la sociedad de consumo se aprovechan de los puntos débiles de nuestra mente para incitarnos a "comprar por comprar" y así hacernos un poco cómplices siguiendo las tendencias de marketing.
Recuerdo de mi infancia que la navidad era el tiempo en el que toda la familia se reunía con sencillez y humildad para recordar el nacimiento de Jesús, cenando juntos con alegría y repartiendo regalos entre los niños más pequeños. Sin embargo, hoy día la navidad se ha convertido en una fiesta comercial donde lo que más importa es consumir, olvidando el verdadero sentido de estas fechas.
Lo triste de todo esto es que dadas las condiciones sociales y económicas en las que vivimos actualmente, muchas familias pasan por una auténtica crisis y son muchos los padres que no tienen para darles a sus hijos "lo último" que ofrece el mercado y al no poder hacerlo se sienten frustrados, llegando a odiar estos días, deseando que pasen cuanto antes.
Para terminar deciros que cada uno de nosotros deberíamos aportar nuestro granito de arena para volver al verdadero sentido de la navidad, dándole las gracias a Dios por todas las cosas que nos ha dado y mantener el amor y la unidad en nuestras familias, aunque no tengamos mucho para gastar.