miércoles, 8 de febrero de 2012

¿DEBEMOS LOS CRISTIANOS CELEBRAR EL DÍA DE LOS ENAMORADOS?

Las sociedades occidentales acostumbran celebrar cada 14 de febrero el "Día de San Valentín" o "Día de los Enamorados". Es una fiesta muy esperada por los enamorados donde se expresa el amor mutuo y se intercambian regalos.
¿Quién fue San Valentín? ¿Qué se celebra el 14 de febrero, fecha apreciada por millones de enamorados y por no menos comerciantes?.
La fiesta procede de la celebración romana de las Lupercalis (15 de febrero) en que se honraba a Luperco, dios ítalo de los pastores. Su propósito inicial era el de asegurar la fertilidad de los campos y los rebaños. Con el tiempo esta festividad se fue asociando con la de dos mártires romanos, ambos llamados Valentín, que vivieron en el siglo III, y que se celebraba el 14 de febrero. San Valentín ha sido tradicionalmente considerado como el santo patrón de los enamorados.
A esta fiesta se le ha incluido 'Cupido', la imagen de un pequeño niño con alas que lleva un arco con flechas. En la mitología romana, Cupido es el dios del amor. Es hijo de Venus y de Marte. Se le adjudica la creación de amores y pasiones entre los mortales y al ser hijo de los dioses del amor y de la guerra, éste resulta ser el dios de los enamorados, creando de esta manera un balance entre el amor y la tragedia.
Aunque el origen de la fiesta de San Valentín es claramente pagano, su celebración ha sido cristianizada e incorporada a las celebraciones anuales de muchas iglesias. Por muchos años la Iglesia Católica siguió la práctica de 'cristianizar' las fiestas paganas de los pueblos que conquistaba para de esa manera instalar de forma más fácil el Catolicismo y borrar las fiestas paganas de los pueblos.
La idea de cristianizar las celebraciones paganas para ganar almas simpatizantes con el evangelio no asegura un cambio en el corazón de las personas. En estos tiempos modernos las iglesias evangélicas desean ser tan atractivas para los inconversos que se corre el riesgo de querer parecerse tanto al mundo que los inconversos no ven que haya una diferencia. El cristianismo verdadero se logra no por un cambio de celebración sino por un cambio interno en el corazón. Sin arrepentimiento y fe es imposible una verdadera conversión. Es solamente por medio de la predicación del evangelio que se convierte el pecador. Pablo estaba seguro de eso cuando dijo "no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación" (Romanos 1:16). Entonces los cristianos no podemos perder de vista que lo que salva al hombre es el evangelio, la palabra de la cruz y no las tácticas humanas.
La Biblia habla con precisión que los hijos de Dios no deben seguir los patrones de conducta establecidos por las costumbres mundanas, sino que nuestra mente sea renovada para que comprobemos cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos 12:2 ).
El Día de San Valentín tiene orígenes espirituales que son contrarios a los principios bíblicos. Las fábulas paganas relacionadas con Cupido y San Valentín, así como la instauración del 14 de febrero, han transcendido a lo largo del tiempo hasta nuestros días.
¿Seguirá un cristiano el paganismo antiguo? Dios advierte que sus hijos no deben seguir, de ninguna forma, a los ídolos. "No te inclinarás a sus dioses , ni los servirás, ni harás como ellos hacen..." (Éxodo 23:24). Un notable ejemplo de esto fue el de Daniel y sus amigos que nunca se dejaron llevar por las fiestas babilónicas, sino que permanecieron fieles y firmes en obediencia a la Palabra, reconociendo el pueblo que Dios estaba con ellos.
Resulta obvio que en la actualidad el comercio de Occidente tenga interés en sostener la idea del "Día de San Valentín" para lograr mayores ventas y, sin escrúpulos, lanzar poderosas campañas publicitarias para incitar al público (especialmente a los jóvenes) a consumir diversos artículos con el manipuleo del tema del amor.
Pero los cristianos nacidos de nuevo no requieren de "fechas especiales" para conmemorar el amor. Basta con tener presente a Jesucristo todos los días, quien demostró qué es el amor verdadero y la amistad sincera y fiel.
En cuanto al amor de pareja, éste tampoco requiere un "día especial" para celebrar el estar enamorado el uno del otro; de la misma manera que Dios demuestra diariamente su amor por la iglesia, así los novios, novias, esposos y esposas han de reflejarlo en sus vidas (Efesios 5:25).

jueves, 2 de febrero de 2012

PARA RECIBIR SANIDAD INTERIOR.

A lo largo de nuestra vida espiritual hay ocasiones en las que nos podemos encontrar enfermos emocionalmente a causa de problemas tales como: baja autoestima, complejos, estrés, metas no alcanzadas, conflictos con otros, espíritu no perdonador, y un largo etcétera. Todo ello nos puede llevar a la frustración y a la necesidad urgente de recibir sanidad interior.
En la carta de hoy quiero compartir con todos vosotros un mensaje que indica los dos pasos que hay que dar para alcanzar una vida sana y equilibrada en lo emocional, que nos permita avanzar plenamente también en lo espiritual.
El primer paso que tenemos que dar consiste en reconocer que todos somos pecadores, que con frecuencia nos equivocamos y fallamos. Son muchos los defectos que hay en nosotros pero a veces nos apresuramos a juzgar de antemano a los demás, mirando esos defectos, cuando deberíamos corregir los nuestros.
"¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano" (Lucas 6:41-42).
Si nuestra enfermedad viene causada por conflictos con otros, el remedio más cardiosaludable es pedir perdón, dejando de prestar atención en el presente a cuestiones del pasado, cerrando las heridas para siempre.
Pedir perdón nos engrandece, nos libera de lastres innecesarios y nos permite explorar caminos mucho más luminosos que la oscura senda de la venganza. "Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios 4:32).
El segundo paso consiste en reconocer que necesitamos ayuda y que ésta deberíamos pedirla a Dios, en oración. Jesús dijo que se marcharía pero nunca nos iba a dejar solos, sino que nos enviaría al Consolador, al Espíritu de verdad, y él estaría a nuestro lado (Juan 16:13-15).
Para recibir esta ayuda debemos dejar de escucharnos a nosotros mismos y empezar a oír la voz de Dios. Es bueno y saludable espiritualmente tener el hábito de orar y leer la biblia todos los días.
Finalmente, señalar que después de haber dado estos pasos, o paralelamente a ellos, es importantísimo tener en cuenta que cuando nos aceptamos a nosotros mismos, alcanzamos la sanidad interior; pero sobre esto ya os escribiré próximamente. Bendiciones para todos.