jueves, 2 de febrero de 2012

PARA RECIBIR SANIDAD INTERIOR.

A lo largo de nuestra vida espiritual hay ocasiones en las que nos podemos encontrar enfermos emocionalmente a causa de problemas tales como: baja autoestima, complejos, estrés, metas no alcanzadas, conflictos con otros, espíritu no perdonador, y un largo etcétera. Todo ello nos puede llevar a la frustración y a la necesidad urgente de recibir sanidad interior.
En la carta de hoy quiero compartir con todos vosotros un mensaje que indica los dos pasos que hay que dar para alcanzar una vida sana y equilibrada en lo emocional, que nos permita avanzar plenamente también en lo espiritual.
El primer paso que tenemos que dar consiste en reconocer que todos somos pecadores, que con frecuencia nos equivocamos y fallamos. Son muchos los defectos que hay en nosotros pero a veces nos apresuramos a juzgar de antemano a los demás, mirando esos defectos, cuando deberíamos corregir los nuestros.
"¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano" (Lucas 6:41-42).
Si nuestra enfermedad viene causada por conflictos con otros, el remedio más cardiosaludable es pedir perdón, dejando de prestar atención en el presente a cuestiones del pasado, cerrando las heridas para siempre.
Pedir perdón nos engrandece, nos libera de lastres innecesarios y nos permite explorar caminos mucho más luminosos que la oscura senda de la venganza. "Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios 4:32).
El segundo paso consiste en reconocer que necesitamos ayuda y que ésta deberíamos pedirla a Dios, en oración. Jesús dijo que se marcharía pero nunca nos iba a dejar solos, sino que nos enviaría al Consolador, al Espíritu de verdad, y él estaría a nuestro lado (Juan 16:13-15).
Para recibir esta ayuda debemos dejar de escucharnos a nosotros mismos y empezar a oír la voz de Dios. Es bueno y saludable espiritualmente tener el hábito de orar y leer la biblia todos los días.
Finalmente, señalar que después de haber dado estos pasos, o paralelamente a ellos, es importantísimo tener en cuenta que cuando nos aceptamos a nosotros mismos, alcanzamos la sanidad interior; pero sobre esto ya os escribiré próximamente. Bendiciones para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario